domingo, 28 de diciembre de 2014

El desierto de tu ausencia


Es la noche, quien convertida en un invierno
se calienta junto a un corazón abrasado,
desvelando un recuerdo de sueños
traídos por el vahído del alma de un enamorado
Bajo un mantón gris aparece tu figura;
y una mano en tu pelo juega, mechón a mechón,
a enrollarse en sí mismo, sobre un ovillo moreno.
dejando a la luz unos ojos , ¡y qué ojos!
cuya teja radiante como oasis en el desierto,
llena de una inmensidad profunda, refresca
más aun que el agua pura, la sed de amor.

Cuando la noche avanza y el sueño se quiebra
adolece el espíritu en un desierto de vida,
lleno de almas errantes que no son la tuya,
mientras la mía pasa de inmortal a perecedera.

Para que al despertar del día, el sol,
encuentre mi cuerpo yacido en las dunas.
Y él, tan abrasador como el fuego,
que nunca se pone mientras no estás,
me quema como una mecha, rápido,
duele en la cara, agrieta el espíritu
y reseca el corazón;
invitando a llorar en la soledad diurna,
guiando cada gota salada
a través de los surcos de tu recuerdo
hasta las llagas de tus ausentes caricias.

El ocaso marca el fin del dolor
con los últimos rayos de sol

Antonio Espacio Garcia

martes, 2 de diciembre de 2014

¡España te han violado!



¡España te han violado!
¡España te han violado!
¡España te han violado!
¿Por qué aun no te has quejado?

Tus padres que tanto te prometieron
De ti se han burlado, y al final…
…y al final, riendo te han violado
Grita, grita, ¡que te oigan tus hermanos!

Tienes sangre peleona, ¡eres española!
Aun tienes fuerza en tus brazos, tienes hermanos,
cada uno de ellos siguen allí, junto a tu lado
¡Pídeles ayuda y acudirán sin duda a demostrarlo!

¡Hace falta un grito, un grito alto y claro!

-¿Más? ¡No puedo gritar más, hermano!
Hace tiempo que os lo he suplicado
Si no actuáis ya, será el estertor final,
El que irremediablemente vais a escuchar

¿Cuánto más quieres esperar?
Agonizo y casi no puedo respirar
Mi padre votado por vuestras urnas,
Me ha violado, ¡ya me siento una difunta!

¡Armaos hermanos! no os hacen falta piedras ni palos
Solo la voz del pueblo, la que siempre triunfará
y al final nuestro balido se convertirá en rugido,
y no habrá león en el parlamento que levante el hocico.

¡Gritad! ¡No quiero funeral! ¡No quiero funeral!

España volverá, es nuestro destino, lo vamos a lograr.

Antonio Espacio García