Este último Sábado ha sido uno de los días
más tristes en muchísimo tiempo. Después de pasar tres meses irrepetibles con
todos los amigos Erasmus en Toulouse. La gran mayoría de ellos partieron el
Sábado. Y estando ya un poco alicaído antes de acostarme se me ocurrió una
buena forma de estar en contacto con todos vosotros, ya sea directa o
indirectamente; así que encendí el ordenador y cree el blog al cual solo le puse el nombre con esperanza de hacer mi primera entrada pronto, y aquí está.
Hace un par de meses decidí que este
verano iba a ser diferente, bueno ya lo iba a ser solo por el hecho de estar en
Toulouse, pero aparte de eso iba a emprender un gran viaje, un viaje de vuelta
a casa. Una vuelta a casa en bici de Toulouse a Mérida desviando un poco la
ruta para visitar a algunos amigos por el Norte. No sé qué me encontraré a lo
largo de este viaje de veinte días. Espero encontrar a muchos de mis amigos y
sobre todo encontrarme un poco más a mí mismo.
Con este blog emulo de alguna manera a mi
buen amigo Julio del cual he aprendido muchas cosas y con el que estoy deseando
compartir unas cervezas para ponernos al día en cuestión de viajes y vivencias.
Le voyage du poète o El camino del poeta,
el nombre de este blog, se debe a que en cierto modo todos somos escritores o
poetas, ya que cada vez que relatamos un suceso o una historia a algún amigo
estamos convirtiéndonos en juglares de nuestra vida o de la de otros. Estos
juglares fueron los antiguos escritores y poetas que cruzaron durante muchísimo
tiempo nuestro querido país. Intentando por tanto parecerme a estos trovadores emprendo
esta gran empresa y ya que tenía que ponerle algún nombre a este blog elegí el
camino del poeta por la propia connotación que tiene para mí la palabra poeta y
que lo diferencio del escritor en que el poeta escribe con más sentimiento, no
solo relata una historia, sino que le infunde más vida, quizás por el hecho de
ser un romántico o crítico.
Perdonad tanta palabrería, parezco un
argentino empalagoso, pero por las noches todo fluye más rápido gracias a mis musas que no me dejan dormir y dos líneas se
convierten en dos párrafos y estos en dos páginas en un instante. Disculpadme también
las faltas de ortografía y de puntuación, no tengo a mi amiga Cristina para
corregirme los textos.
Siempre se ha dicho que lo importante no
es el destino sino el camino en sí y sin embargo no queda nunca de más recordar
las palabras de Antonio Machado que tan bien quedaron en la voz de Serrat:
Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace el camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
sino estelas en la mar.
Espero tener la sensación de estar
haciendo el camino y no de estar siguiéndolo cuando todo esto comience. Pero
para ello aún queda tiempo ya que el día de la partida será el día 26 de Julio,
justo el día después de que me den las vacaciones en el laboratorio. Hasta
entonces os iré contando todos los preparativos.
Mañana os presentaré a los protagonistas.
Un saludo y un abrazo.
Quiero conocer a la bicicleta!
ResponderEliminar¡Qué me gusta leerte, Antonio!. Te dejo el poema de Kavafis "Viaje a Ítaca", por las similitudes que tiene con tu proyecto. Un fuerte abrazo:
EliminarSi vas a emprender tu viaje hacia Ítaca
pide que tu camino sea largo,
rico en aventuras, lleno de experiencias.
A Lestrigones y a Cíclopes
o al colérico Poseidón, no les temas,
no hallarás tales seres en tu ruta
si tu pensamiento es elevado y limpia
la emoción de tu espíritu y tu cuerpo.
Ni a Lestrigones ni a Cíclopes
Ni al airado Poseidón hallarás nunca,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no es tu alma quien ante ti los pone.
Pide que tu camino sea largo.
Que numerosas sean las mañanas de verano
en que con placer y alegría
arribes a bahías antes nunca vistas.
Detente en los emporios de Fenicia
y compra hermosas mercancías,
madreperla y coral, y ámbar y ébano,
perfumes deliciosos y diversos,
invierte cuanto puedas en delicados y voluptuosos perfumes.
Visita muchas ciudades de Egipto
y con avidez aprende de sus sabios.
Lleva siempre a Ítaca en tu pensamiento.
Llegar allí es tu destino.
Mas no apresures el viaje.
Mejor que se extienda muchos años
y en tu vejez atraques en la isla
enriquecido con lo ganado en el camino
sin esperar que Ítaca te enriquezca.
Ítaca te ha regalado un hermoso viaje.
Sin ella no habrías emprendido el camino.
Pero no tiene ya nada que darte.
Aunque pobre la encuentres, Ítaca no te ha engañado.
Así, rico en saber y en vida, como te has vuelto,
entenderás al fin qué significan las Ítacas.
¡Qué me gusta leerte, Antonio!. Te dejo el poema de Kavafis por las similitudes que tiene con tu proyecto. Un abrazo.
EliminarSi vas a emprender tu viaje hacia Ítaca
pide que tu camino sea largo,
rico en aventuras, lleno de experiencias.
A Lestrigones y a Cíclopes
o al colérico Poseidón, no les temas,
no hallarás tales seres en tu ruta
si tu pensamiento es elevado y limpia
la emoción de tu espíritu y tu cuerpo.
Ni a Lestrigones ni a Cíclopes
Ni al airado Poseidón hallarás nunca,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no es tu alma quien ante ti los pone.
Pide que tu camino sea largo.
Que numerosas sean las mañanas de verano
en que con placer y alegría
arribes a bahías antes nunca vistas.
Detente en los emporios de Fenicia
y compra hermosas mercancías,
madreperla y coral, y ámbar y ébano,
perfumes deliciosos y diversos,
invierte cuanto puedas en delicados y voluptuosos perfumes.
Visita muchas ciudades de Egipto
y con avidez aprende de sus sabios.
Lleva siempre a Ítaca en tu pensamiento.
Llegar allí es tu destino.
Mas no apresures el viaje.
Mejor que se extienda muchos años
y en tu vejez atraques en la isla
enriquecido con lo ganado en el camino
sin esperar que Ítaca te enriquezca.
Ítaca te ha regalado un hermoso viaje.
Sin ella no habrías emprendido el camino.
Pero no tiene ya nada que darte.
Aunque pobre la encuentres, Ítaca no te ha engañado.
Así, rico en saber y en vida, como te has vuelto,
entenderás al fin qué significan las Ítacas.